En SerPlus llevamos más de 35 años reparando todo tipo de cámaras y objetivos, y aunque en general los fotógrafos y aficionados de todo tipo cuidan muy bien sus equipos, existen tres tipos de daños muy comunes y que generan mucha preocupación cuando se producen.
Además generalmente estos daños no suelen estar cubiertos por la garantía del fabricante, por lo que la preocupación inicial del fotógrafo se va transformando en dolor de cabeza y finalmente en TERROR al posible importe de la reparación necesaria.
Seguro que de la siguiente tipología de daños, alguno te suena.
Daños por agua
Es la frase que nadie quiere escuchar, especialmente cuando el daño es provocado por agua salada. Muchas cámaras y objetivos incluyen sellados de protección contra el agua, pero ningún equipo está preparado para sumergirse sin una carcasa acuática específica.
Los restos de minerales, la sal, y la suciedad del agua pueden acortar la vida útil del equipo. Si la reparación es posible, en muchos casos hay que sustituir circuitos y hacer tratamientos anti óxido preventivo, por lo que la buena noticia es que muchos daños por agua son reparables y los equipos se recuperan para un funcionamiento correcto.
Arena y polvo
Al igual que el agua, la arena tiene una intención insaciable de entrar dentro de tu cámara y objetivo. En muchos casos la arena puede atascarse fácilmente en las grietas de la cámara e interferir con los componentes electrónicos, que finalmente dejarán de funcionar correctamente… Y…. si le arena entra en la lente, HORROR, se quedará a vivir en alguna rueda de anillo de enfoque o zoom, que comenzarán a chirriar cuando se gire, lo que no solo es espantoso, sino que hace que sea mucho más difícil de usar y desgastará el mecanismo de manera permanente.
Por otro lado todos los que han experimentado disparos en condiciones arenosas saben que cambiar de lentes en esas condiciones está absolutamente prohibido; lo último que hay que hacer es invitar a la arena a tu sensor, pero el trabajo del fotógrafo está basado en “la Importancia del instante”, y a veces no hay otra opción.
Las soluciones aquí son más sencillas que en el caso de los daños por Agua.
Limpiezas de sensor, tantas como necesites, limpiezas de óptica y cuerpo, aspirado de polvo, arena y suciedad, etc.
En resumen un buen mantenimiento, hará que los daños por arena, no los notes en tus trabajos, y tu cámara y objetivo estén siempre en buen estado y funcionen correctamente.
Los impactos
Esta es la forma más común de daño, pero quizás la más inevitable. En SerPlus conocemos muchos profesionales y aficionados que realmente han hecho todo lo posible para cuidar sus equipos fotográficos, y aun así terminaron dañados. A veces, todo lo que se necesita es una gran ráfaga de viento para derribar un trípode, o un momento en el que se pierde el equilibrio y la cámara y el objetivo pueden caer desde grandes alturas. El ARMAGEDON.
Por suerte cada vez más hay mejores correas, bolsas y estuches para cámaras que ayudan a mantener los equipos seguros y reducen la posibilidad de caídas y golpes.
El daño por impacto además conlleva a menudo una reparación costosa; la mayoría de las cámaras pueden sobrevivir a un pequeño golpe aquí y allá, pero si los golpes son constantes tu equipo pasará mucho tiempo en boxes.
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