La limpieza del objetivo y las lentes

Aunque hay una serie de pasos generales para limpiar lentes y objetivos de cámara, cada objetivo es distinto y requiere un tratamiento específico. Por ello, lo mejor que puedes hacer es consultar el manual de tu cámara o el de tu objetivo para asegurarte de seguir las indicaciones correctas.

La limpieza del objetivo

 

Los objetivos son una de las partes más delicadas de la cámara, ya que están expuestos a las inclemencias del clima. Por eso, es importante limpiarlos con regularidad para evitar que se acumule el polvo y la humedad.

 

Para limpiar un objetivo, lo primero que debemos hacer es desmontarlo. Así, podremos limpiar cada una de sus partes con mucho cuidado.

 

Para limpiar tus objetivos, utiliza un paño suave o un cepillo especializado en el que hayamos humedecido con un poco de agua. No es recomendable utilizar un cepillo seco, ya que podríamos dañar los cristales. 

 

Si el objetivo está muy sucio, puedes utilizar un poco de agua tibia y jabón neutro. No utilices nunca productos abrasivos, como alcohol o lejía, ya que podrían dañar el objetivo.

 

Una buena forma de eliminar la humedad es utilizar un deshumidificador. De esta forma, podremos evitar que el polvo y la humedad se acumulen en el objetivo y dañen los componentes.

La limpieza de las lentes

 

Si tienes una lente de contacto, es importante que sepas que no se pueden limpiar con la misma técnica que las lentes de cristal. En su lugar, se debe utilizar una solución limpiadora específica para las lentes de contacto.

 

Para limpiar las lentes de contacto usa agua corriente y jabón suave. Frota las lentes con el jabón hasta que se forme espuma, luego enjuagarlas con agua limpia. Repite este proceso hasta que las lentes están limpias.

 

Luego, utiliza un pañuelo húmedo para limpiar la lente en su totalidad. Debes asegurarte de que el pañuelo esté completamente húmedo y no mojado, ya que el agua puede dañar la lente. Frota suavemente el pañuelo sobre la lente en círculos hasta que quede limpia.

 

Por último, seca la lente con un pañuelo seco. No utilices nunca una toalla ni una mano para secar la lente, ya que esto puede rayarla.

Resumen

 

Para mantener la cámara igual que el primer día debes:

  • Limpiar el equipo regularmente. La limpieza frecuente eliminará el polvo, la humedad y los residuos que se acumulan con el uso.
  • Asegurarte de que el equipo esté seco antes de guardarlo. La humedad puede dañar el equipo.
  • Utilizar una funda protectora si transportas el equipo. La funda protegerá el equipo de golpes y arañazos.
  • Evita exponer el equipo a la luz solar directa. Los rayos UV pueden dañar el equipo.

 

Poner en práctica estos consejos te ayudará a prolongar la vida útil de tu cámara.

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